Wednesday, December 4, 2013

Ese tal "FIFA Balón de ORO"


Noviembre de 1997, Revista World Soccer con Juninho Paulista en la portada.  Una de las promesas brasileñas más talentosas de la época, recién llegaba al Atlético de Madrid por una buena millonada. Procedente del Middlesbrough (dónde fue y sería considerado por sus muchos de sus aficionados como el mejor jugador de su historia). Ex miembro de un Sao Paulo campeón de Libertadores (Leonardo, Cafú se consolidaban), que le arrebató al AC Milán la Intercontinental de 1993. Palabras mayores, si consideramos que el equipo rossonero tenía nombres con apellidos muy fuertes en su alineación: Panucci, Baresi, Costacurta, Maldini, Desailly, Albertini, Donadoni, Massaro, Tassotti, etc.

La revista, en ese entonces luciendo la leyenda: THE NO. 1 INTERNATIONAL FOOTBALL MAGAZINE, llegaba a mis manos gracias a uno de los viajes de trabajo de mi papá (el artífice del inicio de mi gran amistad con el balón). Para esas fechas yo tenía doce años, de los cuales, al menos once y medio ya le pertenecían a mi creciente pasión por el fútbol. Y de esos once y medio, al menos eran ya unos seis, donde mi hambre crecía constantemente por investigar más del fútbol europeo y sus grandes nombres y figuras.

Recién en los inicios de los 90´s, el internet era limitado y casi un lujo, lo mismo las antenas parabólicas con señal de cable. Las noticias de lo que sucedía en Europa o Sudamérica llegaban en resúmenes semanales o cápsulas informativas de mínima duración por TV. Muy poca información en los periódicos locales. Y era, precisamente, por revistas cómo World Soccer, o incluso por los nacientes juegos de video cómo FIFA 98 ó 99, dónde realmente podía yo ver información más precisa de jugadores, equipos, fechas, transferencias, posiciones, logros, etcétera. Todo lo que yo quería saber del fútbol mundial.

Pero, ¿Qué tiene que ver Juninho Paulista con el Balón de Oro?... Bueno, pues era tanto mi deseo por conocer a esas figuras emergentes que a la postre serían el futuro del fútbol mundial, que tener esa revista fue un parteaguas para mí. Recuerdo haberla leído más de 40 veces, e incluso, hacerme exámenes personales sobre las alineaciones de los equipos europeos y actualizar, en un modo obsesivo, los equipos en el FIFA 99, de modo que quedaran idénticos a la realidad.

Y Juninho, en ese año, llegó a España cómo una gran figura, como el futuro líder donde el Atlético sentaría sus bases para lograr asentarse en la Primera División. Lo recuerdo y era un genio, habilidoso con ambas piernas, un cerebro gambetero, un crack realmente. La brutal lesión que Michel Salgado le propinó, simplemente desencadenó otra serie de lesiones, que al final, terminaron por nunca dejarlo brillar al nivel que en ese entonces, se creía que podría llegar. Niveles en los que yo esperaría, fuera votado en un futuro para un FIFA World Player, o ahora mejor conocido como FIFA Ballon d'Or

Desde esas fechas, yo era fanático de aquellos jugadores que durante la temporada brillaran y al final su premio fuera recompensado siendo incluidos en las listas finales para las votaciones que entregarían los premios en diciembre. Eran, claro está, tiempos de jugadores con nombres y apellidos de tal magnitud como Van Basten, Romario, Baggio, Maldini, Ronaldo, Weah, Zidane, etc.

Debo aclarar, que mi visión sobre este premio fue cambiando. Como dije, al principio me parecía algo increíble, cómo lo que esperas debatir al final del año para comentarlo con cuánta gente pueda importarle. Conforme he ido creciendo y analizando el fútbol, tomando afición sin dejar de admirar el deporte como tal, y las gestas que sus héroes realizan, mi visión ha ido encontrando más incógnitas e interrogaciones sobre éste reconocimiento. ¿Por qué se entrega un premio individual en un deporte que es totalmente colectivo? ¿Por qué se entrega en un año natural, si el fútbol funciona por temporadas ya establecidas modo calendario? ¿Puede un jugador ser el mejor de todo el orbe sin conseguir títulos con su club o equipo nacional? Al fin y al cabo ¿es un premio individual no? ¿cuándo hay competencias internacionales de naciones, que peso deben tener éstos resultados en la temporada? ¿Vale más ganar una Eurocopa, que una Copa América, o qué una Copa Africana de Naciones? ¿Qué peso tiene el Mundial, esa competición por excelencia?, ¿Cuánto valen los goles marcados en el año?

Y la más importante que aún me sigo cuestionando: ¿Por qué la responsabilidad de los votos recae mayormente en los capitanes y directores técnicos de selecciones nacionales? ¿Acaso son los que saben más de fútbol en todo el mundo? ¿De verdad tienen las herramientas, la objetividad y el criterio necesario para decidir sobre un galardón que quedará siempre en el registro de la historia del deporte? Personalmente y con todo respeto para quienes tienen el privilegio de votar, no todos tienen lo que se necesita. No todos son fríos y objetivos; y lo peor, no todos hacen un análisis real sobre los candidatos que votan. Y lo hemos comprobado cuando vemos publicadas las listas. Capitanes y DTs que confunden nombres, que tal vez su criterio emocional pese más sobre el criterio objetivo. Algunos presionados por lo mediática que puede ser la reacción de la prensa y de la gente en general, ante el voto que elijan, e innumerables factores que aún me siguen pasando por la mente.

Y dicho esto, ¿Cuántas “injusticias” no han quedado en el camino durante la entrega de éste premio en la historia? Y pongo injusticias entre comillas, porque cuándo la gente lo vive únicamente desde el lado del aficionado, desde el lado del fanatismo, es verdad que se hablará siempre de ésta manera, se desacreditará a quien lo gane y se pondrá una mancha negra en cada conversación y se pondrá en duda la veracidad de éste premio. Y desde esa misma visión, apoyo que realmente se le diera a quien lo merece, porqué ese nombre que se elija, queda grabado en la historia y las generaciones futuras lo tendrán como base.

Revisando publicaciones y notas relacionadas con éstas “injusticias”, recordemos que fue France Football, aquella revista que instauró éste trofeo por allá de los años 50´s, pero con la regla de que sólo jugadores europeos podían participar. Es por esto, que ni Pelé ni Maradona contendían por el reconocimiento, a sabiendas por todo el mundo, que mientras jugaron, fueron los mejores sin discusión alguna, la regla cambió en 1995, y desde entonces podemos ver sudamericanos en las votaciones.

El mismísimo Alfredo Di Stefano, en la primera entrega del premio, con todo y Copa de Europa, y su pichichi en Liga Española no fue merecedor del reconocimiento. Lo sería después, pero también se mencionan injusticias para Eusebio en su mejor momento.


Una de las más escandalosas para muchos medios y periodistas (que incluso mi padre hace gala en recordármelo), fue en 1974, cuando Johan Cruyff sería votado como mejor jugador por encima de Franz Beckenbauer, que en ese año, ganó Liga, Copa de Europa, y a la postre, el Mundial... ¡Contra el mismo Cruyff en la final!. Siendo el líder absoluto de su club y de su país en la consecución de los títulos. Aún así, quedó segundo.

Teniendo en cuenta que Maradona no podía participar, en 1986, las listas nos mencionan ganador a Igor Belanov, ¿quién?, pues sí, un soviético ucraniano que ganó la Copa de la UEFA en ese año con el Dynamo de Kiev.


De las que yo ya recuerdo sin dudas, Hristo Stoichkov, en 1994, con su bota de oro en el Mundial y en Europa, pero sin ningún título internacional, aprovechó que Romario no participaba, y todos sabíamos que el “Chapulín” era el mejor del mundo en esas fechas, más aún, tras ganar el Mundial en EEUU.

En 2001, sin duda, de las mayores polémicas y de las que recuerdo perfectamente. Michael Owen, 21 años, un jugador que empezaba a brillar sería votado y galardonado por los “expertos” sobre Raúl González Blanco. Un ya multi-ganador de la Champions League, multicampeón y Pichichi con el Real Madrid, una injusticia lamentable. E incluso aún, en esa misma terna, olvidaron a Oliver Kahn, el gran portero ganador de la Champions League ese año y de la Liga Alemana.

También me llamó la atención lo de Deco en 2004, cuando ganó triplete con el Porto de Mourinho, fue votado por debajo de Shevchenko, que sí, había tenido años anteriores fantásticos con el AC Milán, pero que quizá ese año no tendría el peso específico en la consecución de títulos que sí tuvo el brasileño-portugués.
Muchos también hicieron ruido de lo de Cannavaro en 2006, pero vaya, un Mundial y él como protagonista, es para debatir sin duda. Pero vuelvo a mis dudas, ¿Qué criterios y con qué peso deben influir más en la decisión de los votantes?

Y ya más cercanas, 2010, ¿Qué podemos decir? La coronación total de la consumación internacional del futbol español, comenzando en 2008 con la Eurocopa, y coronado en 2010 con el mundial en Sudáfrica.  Es verdad, la Roja demostró que sin una figura notable, el trabajo de equipo los mantenía como una selección inmaculada y perfecta, con el juego y estilo marcados que instauraron.

El equipo ganador del Mundial, siempre tuvo injerencia en la entrega del galardón previamente (Zidane, Ronaldo, Cannavaro), hasta Sudáfrica.  Aquí, Leo Messi, de una actuación muy cuestionada en el Mundial, sería votado por encima de Xavi e Iniesta. Sé que no solamente yo, sino mucha gente, periodistas, etc., ha considerado injusta esta votación, era el año perfecto para que un español lo ganase, sea quien hubiese sido: Xavi, Iniesta, y yo incluyo a Iker Casillas, sus intervenciones puntuales y precisas, y siendo el portador del gafete de capitán de esa ya histórica selección. Sin duda, cualquiera era digno para llevarse ese premio de una de las selecciones y generaciones más importantes que el fútbol mundial ha dado. ¿Por qué aquí el mundial no tuvo peso? ¿En qué pensaban capitanes, periodistas y DTs?, seguramente en que Messi era el mejor por encima de cualquier español campeón de Europa y del Mundo.


Este año, 2013, vuelve la polémica: Ribery, Messi o Cristiano, los tres finalistas. El argentino, asiduo ganador a este reconocimiento y sin duda, el mejor cuando quiere, cuando puede y cuando no se borra del equipo, no ha tenido ni un gran cierre de temporada (¿alguien recuerda la serie contra el Bayern en la UCL?, pero también recordemos su fulgurante cuota de goles), ni tampoco, un buen inicio de la actual. Con una pretemporada más social que deportiva, y varias lesiones ya, propiciadas por la misma. Sin duda es el año, donde menos luciría otorgarle el premio, qué, como hemos revisado, no mide títulos ni análisis, sino sensaciones.

Sensaciones fantásticas es lo que parece haber dejado Ribery al cierre de la temporada anterior, con ese triplete de títulos. Es, quizá, el mejor del Bayern Munich. Pero yo me atrevo a ponerlo en entredicho, ¿cómo olvidar a Robben?, un crack que en el único año donde las lesiones le perdonaron, se reivindicó con goles clave para su equipo. Si observamos únicamente relación Goles-Asistencias para el equipo teutón. Robben finalizó la temporada con 13-10 y Ribery 11-18. Y, han arrancado ésta temporada así: Robben 12-7 y Ribery 9-6. Está claro, para mi Robben está en el mismo peldaño en el equipo que Ribery, y es tan merecedor del un reconocimiento así como él.

Y hablando de peldaños, este año hubo un futbolista que a base de goles, asistencias, trabajo y constancia, se ha puesto varios de esos muy por encima del resto. Es sin duda, Cristiano Ronaldo. Él mismo se ha encargado de dejar en claro que su nivel en su equipo y en su selección no lo tiene nadie. Sus números hablan por él. No sólo ahora, sino desde que decidió aceptar el reto merengue. Las sensaciones que deja cada que pisa el campo son de un líder total, un jugador absolutamente consumado, y que cada semana, él sólo enciende la polémica sobre su calidad con sus brillantes actuaciones. Lleva demasiados partidos apareciendo cuando todos le esperan, haciendo que una selección tan limitada como Portugal, aspire a cosas que honestamente no se lo creería nadie. Cristiano éste año, ha jugado al fútbol mejor que nadie, se ha colgado sus equipos al hombro una y otra vez.

Con todo respeto para Ribery, quién es un verdadero crack, compararlo a nivel individual con el portugués puede resultar ocioso. Franck dijo hace poco: -“yo incendio defensas”-. No puedo estar más de acuerdo, pero Cristiano, que juega en la misma posición, las incendia, y de las cenizas, vuelve a prenderles gasolina. Y sí, hace más goles que el francés, muchos más. Además, últimamente le da por asistir a sus compañeros en gran número.

Se ha hablado del numerito de Blatter y su ampliación de la votación hasta el 29 de noviembre (hasta antes de esto se consideraba el período Enero-Septiembre), para considerar los partidos de repechaje -donde Ribery y Ronaldo participaron- y claro, son parte de una clasificación al Mundial, son partidos oficiales, deben considerarse sí o sí. Es más, pienso  que debería ampliarse la votación hasta diciembre para que también cuente el Mundial de Clubes. En este año, el francés va participar porque su equipo es el campeón y representante de Europa. ¿Por qué no habría de contar?

Pero cómo he tratado de explicar, mientras ese sistema de votación siga dependiente de las sensaciones únicas de capitanes, DTs y algunos privilegiados periodistas, veo lejos que prevalezca un criterio fijo para definir al ganador. Será sorpresivo en cada año, no debería asustarnos el resultado, sea quien lo gane, los aficionados al balón seguimos a expensas de decisiones de terceros.

Tal vez algún día se nos considere. Tal vez, algún día, cuándo el fútbol sea olvidado, deje de hablarse tanto de éste tema. Mientras, por todo el eco que nos llega, significa, que esto sigue siendo importante. Y como tal, hay que darle relevancia.

Desde mi modesta opinión, este año, los héroes que me hicieron disfrutar fueron: el fútbol brutal del Bayern Munich como equipo ganador. Cristiano Ronaldo como consumación absoluta, de un jugador, que sin duda, está entrando (sino es que ya) en la historia del fútbol como uno de los mejores jugadores. Y también, İlkay Gündoğan, ese joven alemán de una técnica y calidad del más alto nivel, mariscal de un Borussia Dortmund que le planta cara al Bayern en Alemania (quitándole la Bundesliga 2011-12) y que estuvo a nada de quitarle la Champions. Su futuro pinta para cosas serias e importantes.


Y desde aquí, ¡felicidades al próximo Balón de Oro 2013!


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